Estar más de una hora ante una pantalla provoca fatiga visual y pesadez ocular. Y es que tod@s utilizamos dispositivos en algún momento del día con pantallas que tienen una luminosidad hasta cinco veces mayor que cualquier otra fuente luminosa que hayamos conocido. Ese es el motivo por el cual nuestros ojos no se «protegen», porque no poseemos los sistemas naturales para defendernos de dicha luminosidad.
Sabemos que nuestros ojos no poseen los mecanismos naturales necesarios para hacer frente a una fuente lumínica tan potente, por lo que pasar más de una hora mirando una pantalla provoca fatiga visual, fotofobia, pesadez ocular, dificultad de enfoque, enrojecimiento ocular y borrosidad en visión de cerca, según los expertos de la Universidad Complutense de Madrid.
La receta para aliviar estos síntomas y reducir riesgos es sencilla: Utilizar estas pantallas con moderación. En el caso de trabajar con ellas, es recomendable descansar la vista 20 segundos por cada 20 minutos de exposición a una pantalla.
Por otro lado, es importante limitar la exposición de l@s menores a estos dispositivos, porque sus órganos visuales son mas vulnerables y por tanto tienen una probabilidad mayor de lesionarse.