«El color de la mirada se fija en el momento de la concepción y es fruto de nuestra herencia genética. Ha sido siempre un rasgo físico inalterable, al menos, hasta la fecha. Ahora, por poco más de 2.000 euros, algunas clínicas ofrecen la posibilidad de elegir el color de ojos con el que le gustaría mirarse cada día al espejo.»
Así comienza el artículo que publicaba el diario ABC y que advierte también de los riesgos de estas prácticas. Si bien el procedimiento es relativamente poco invasivo, lo cierto es que muchos de los centros que lo practican son pseudo médicos. Esto quiere decir que antes de someterse a una intervención así, por sencilla que parezca, es necesario comprobar y asegurarse de que el doctor que la realizará y el centro en el que se llevará a cabo, cumplen con todas las garantías. Lo contrario puede suponer un peligro real e irreversible para los ojos y la vista.
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