Cuando se acerca la época estival, la información acerca de los peligros de la exposición solar sin protección para la piel ocupan cientos de líneas en prensa e internet y muchos minutos en televisión. Pero pocas veces nos previenen sobre los daños que puede causar a la vista. El sol emite radiaciones electromagnéticas que producen la luz y el calor. Pero esos mismos rayos abarcan diferentes longitudes de onda y solo una pequeña parte de ellos son perceptibles por nuestros ojos. La luz que podemos percibir tiene una longitud de onda media, pero el sol emite otro tipo de ondas con longitudes de distinta intensidad que, aun siendo dañinas para nosotros, pasan desapercibidas. Estas se conocen como luz infrarroja (IR) y luz ultravioleta (UV) y ambas producen efectos perjudiciales sobre el ojo humano.

Nuestros ojos no ofrecen respuesta visual a estas radiaciones, pero este tipo de luz penetra en el ojo y puede causar daños fotobiológicos e incluso provocar quemaduras. La falta de protección de la luz directa del sol puede provocar tres problemas en la vista: Quemaduras en la córnea, lesiones en el cristalino o daños en la retina. Las dos primeras pueden tratarse pero los daños en la retina pueden traer consigo lesiones en los ojos que son irreversibles. Por este motivo, tomarse en serio una adecuada prevención es un seguro para evitar futuros problemas. Y para ello no es válida cualquier lente, es necesario que comprobemos su homologación y el tipo de protección que ofrece para tener todas las garantías.

Acude a un centro óptico, para que sea un profesional quien te aconseje sobre cómo proteger tu mirada en función de tus necesidades.

Las gafas de sol no son un mero complemento estético, se trata de un producto que debe adquirirse en centros especializados que te garanticen el cumplimiento de los estándares y un adecuado nivel de protección de los rayos UV y de la IR. Por ello recuerda que es importante tener cuidado al adquirirlas y que  mercadillos, gasolineras, páginas web sin garantías o establecimientos no especializados no son los lugares recomendables para adquirir lentes de sol. Acude a un centro óptico para que el personal profesional te pueda asesorar y aconsejar sobre qué gafas se adaptan mejor a tus necesidades concretas. Para ampliar información véase nuestro artículo sobre cómo elegir gafas de sol .